PÁGINAS

martes, 22 de diciembre de 2009

Hª: El mito de El Dorado


Balsa muisca usada en la ceremonia sagrada que dio lugar, en parte, al mito de El Dorado. (imagen obtenida de wikipedia)
El Dorado era un lugar mítico para los conquistadores españoles en el territorio andino de la actual Colombia. Suponían que sería una ciudad donde este metal abundaría tanto como para tener sus calles cubiertas de él.
Y es que la búsqueda de oro fue uno de los principales motivos del Descubrimiento. Se necesitaba en demasía para desarrollar el capitalismo inicial en Europa. El viejo continente tenía cortado el acceso a Oriente por el Imperio turco. Las minas europeas estaban agotadas y hacían falta nuevos yacimientos auríferos, pues el pensamiento económico de la época creía que la riqueza de un Estado se basaba en la acumulación de metales preciosos. Un Estado sería más poderoso cuánto más oro y plata tuviera acumulado.
Por tanto no es de extrañar que los conquistadores, aventureros en pos de riquezas, crearan ese mito y buscaran desesperadamente el Dorado.
Son varias las leyendas en torno a este mito.
Hay otra que sitúa El Dorado en el Tahuantinsuyo después de la muerte del Inca Atahualpa. Parece que su pueblo decidió esconder todo el oro que había en la ciudad no se sabe dónde. Se habla de que lo echaron al fondo del lago Titicaca. Los nombres de Jiménez de Quesada, de Sebastián de Belálcazar, de Orellana y Gonzalo Pizarro quedaron unidos en la historia de este mito.
En América del norte el mito de El Dorado se plasma en la leyenda de las siete ciudades de Cíbola, que harán objeto de exploraciones todo el territorio desde Florida a California (actualmente los Estados del sur de los EE.UU.).
Hoy miles de aventureros, los inmigrantes, forzados por las condiciones infrahumanas que soportan en sus países buscan El Dorado en la vieja Europa. Los del siglo XVI perdían la vida cruzando la selva y luchando con los indígenas, movidos por el ansia de oro. Los del siglo XXI pierden la vida en el Estrecho. El Viejo mundo, aunque los necesita cada vez más, arremete contra ellos con leyes insolidarias, visados, papeles y más papeles...Y España desde el Tratado de Maastricht de 1992 se convierte en el Guardián de ese mítico y falso Dorado que deja traslucir en los medios de comunicación.
Y cómo dice Manu Chao al final de uno de sus temas "no todo lo que brilla es oro"

No hay comentarios:

Publicar un comentario