PÁGINAS

jueves, 12 de diciembre de 2019

Gª: Ejercicio resuelto de hidrología

1. PRÁCTICA DE HIDROLOGÍA.
Analice el mapa y responda a las siguientes preguntas:
a) Enumere de sur a norte cinco ríos de la vertiente atlántica.
b) Describa las características de la vertiente mediterránea.
c) Explique las causas de la disimetría de las vertientes y las consecuencias que genera en las cuencas hidrográficas. 

 
Fuente: De FDV - Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=7634031

 
RESPUESTAS:
a) R.L. Por ejemplo: Guadalquivir, Guadiana, Tajo, Duero y Miño.
b) En la vertiente mediterránea desaguan ríos desiguales. El Ebro es el de mayor longitud, caudal y regularidad, pues recibe aportes hídricos de sus afluentes pirenaicos e ibéricos. En los restantes ríos está patente la influencia de los relieves cercanos al mar, que limitan la longitud de las corrientes. Se trata, en general, de ríos muy poco caudalosos, con grandes crecidas estacionales y fortísimos estiajes. Asimismo, en esta vertiente hay cursos que llevan agua sólo en ocasiones, permaneciendo secos la mayor parte del año: son las denominadas ramblas, que tanto significado tienen en las regiones mediterráneas, hasta el punto de que muchas han quedado incorporadas al callejero de las ciudades con este nombre.
c) La disimetría entre las vertientes se debe al basculamiento de la Meseta hacia el océano Atlántico desde el Sistema Ibérico, originado a raíz de la orogénesis alpina de la era terciaria. Este hecho determinó que, a partir de este momento, buena parte de los ríos peninsulares se orientasen hacia la vertiente atlántica.
Las unidades del relieve que forman la divisoria de aguas entre las vertientes atlántica y mediterránea son el Sistema Ibérico y las cordilleras Béticas.
Las causas son las distintas cordilleras y relieves: el hecho de que en el oeste peninsular encontremos relieves suaves que poco a poco van subiendo en altitud (también existen relieves importantes como el Sistema Central pero que no influyen en la separación de las aguas), atravesando la Meseta, hasta llegar a los picos de las cordilleras del norte (Cantábrica) y del este (Ibérica y Béticas) y después éstas se precipiten bruscamente hacia el mar. Esto produce una separación física de las aguas que irán hacia uno u otro lado. También influye en cierta manera el clima, pues determina el caudal de los ríos.  
Las consecuencias de esto es que los ríos que vierten hacia el Atlántico son más largos (los más largos de España, ej. río Tajo), y por tanto de caudal abundante (el Duero es el de mayor caudal), con un fluir suave y lento, pues han de atravesar las Submesetas norte y sur. Los ríos de la vertiente cantábrica son cortos y de caudal abundante por las generosas precipitaciones, de fluir rápido pues han de bajar grandes alturas en pocos kilómetros. Los de la vertiente mediterránea son cortos y rápidos también pero de caudal menor y más variable, con fuertes estiajes, por el clima y el fenómeno de la gota fría. La excepción a esto último es el río Ebro, que al nacer en la Cordillera Cantábrica tiene un recorrido largo, y por tanto es caudaloso. mmhr/2019

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