“Hola, soy la Paloma de la Paz. Yo era blanca, bueno, a veces tenía alguna manchita gris, pero ahora soy verde fosforito. ¿Qué cómo he cambiado de color? No, no penséis que me "he cambiado la camisa" y ahora soy la abanderada de otra causa. Sigo llevando la ramita de olivo en el pico... y defendiendo la paz. Os contaré lo que me pasó:
Un día me encontré con el Sol antinuclear, sí, ese que siempre se está riendo, feliz. Dice que no le gustan las palomas, que también contaminamos con nuestras caquitas los monumentos, que son muy ácidas, que lo ponemos todo perdido, y blá, blá, blá...
Le dije que yo no era una de esas palomas de ciudad, ¡tan vulgares! Que Yo era La Paloma de la Paz.
El Sol me contestó que, bueno, que él también tenía una difícil misión que le habían encomendado los ecologistas: cerrar las centrales nucleares. Decía que no eran necesarias porque él nos proporcionaba energía limpia y barata, y sobre todo quería dársela también al continente menos electrificado, África (aunque dice que ya le ha regalado con muchas horas de su trabajo para que obtengan energía limpia, gratis y renovable, pero no sabe por qué no la aprovechan, ¡qué será cosa de las multinacionales o de los políticos!
Nos fuimos juntos, con la condición de que después me acompañaría para alumbrar a la Asamblea de la ONU, a ver si de ese modo conseguía mi objetivo.
Cuando estábamos llegando a la central nuclear, vimos a los bomberos, la policía y los trabajadores fuera de ella...Nos acercamos, temiéndonos lo peor y preguntamos al jefe de bomberos - ¿Qué ha ocurrido? -
- Un escape de nada, estamos aquí por pura rutina. No hay peligro alguno...- dijo-.
Pero, -agh, agh, aaghh- empecé a sentir un ahogo, mis pulmones ardían, me faltaba el aire. No podía ver al Sol, quería pedirle ayuda pero una luz blanca me cegaba impidiéndome ver nada. Después llegó la oscuridad y una nube extraña lo envolvió todo. Cuando se fue disipando y pude ver, el Sol ya no se reía, estaba triste, y yo, ya no era blanca, sino verde fosforito y desde entonces tengo este color”. MMHR, 2008
A través de la lectura de este relato, titulado “La Paloma de la Paz cambió de color”, pretendemos alcanzar los siguientes objetivos:
· Valorar el uso de las energías renovables como uno de los mejores medios para la protección y conservación del medio ambiente.
· Concienciar al alumnado sobre la influencia de las actividades humanas en el cambio climático.
· Comprender el concepto de desarrollo sostenible.
· Reflexionar sobre los aspectos negativos del uso de la energía nuclear (desechos y vertidos radiactivos, accidentes, armas nucleares, etc…).
Actividad.
1. Repartir el relato fotocopiado al alumnado y a continuación se haría la lectura del mismo en voz alta. También podemos utilizar las TIC y hacer que lo lean en la web del IES, en la revista digital o en el blog del profesor (es más atractivo para ellos que son “nativos digitales”).
2. A continuación plantearemos la realización de un cómic en el que, partiendo del relato, puedan poner cada uno su propio desenlace.
3. Haremos una exposición de los trabajos en la clase, o incluso se puede hacer en los espacios comunes habilitados para exponer trabajos del alumnado.
4. Por último, llevaremos a cabo un debate sobre el tema.
Temporalización: se puede hacer en dos sesiones.Paloma de la Paz de Pablo Picasso (28/12/61 |
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